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SEÑALES DEL FIN

Challco Turpo Boris Fermín
El cuadro pintado diariamente por los medios de comunicación no es nada animador. Calentamiento global, inundaciones, terremotos, huracanes, incendios, ansiedad, violencia, terror… ¿Qué está ocurriendo con el planeta tierra? ¿Qué pasa con la humanidad? ¿Tendrá solución el mundo?
En realidad, el descontrol de la naturaleza, las guerras  y las acciones perversas del propio ser humano van esculpiendo de manera paulatina el sarcófago de la humanidad, que seguramente no tardará en someterse a la inexorable ley universal, de que todo en cuanto exista en el universo no es eterno.
No es normal la avalancha cada vez más frecuente de catástrofes naturales. En fracción de segundos son borradas del mapa ciudades enteras. Miles de vidas desaparecen; se calcula que de continuar el calentamiento global, ello podría exterminar a una cuarta parte de todas las especies  de plantas y animales de la tierra para el año 2050; y que si todo el hielo de la zona antártica se derritiera,
el nivel del mar aumentaría aproximadamente 61 metros. Aterrador, si se tiene en cuenta que un aumento de sólo 6 metros sumergiría todas las ciudades próximas a los océanos.
El ser humano no puede dejar de preocuparse ante informaciones como estas. Al parecer algo se ha salido de sus ejes, no es alarmismo. Algo, que está fuera del control humano, se aproxima.
Por otro lado, tampoco es normal la confusión existencial  que el ser humano padece; anda perdido y comete desvaríos. ¿Cómo explicar que personas destruyan vidas y sueños sin piedad? ¿Por qué el ser humano, la más inteligente de las criaturas, es capaz de realizar barbaries como humillar sexualmente a sus propios hijos? ¿Qué esconde el hombre de nuestros días en la maraña de su mente? ¿Por qué muchas veces es tierno y solidario, y otras veces es salvaje y cruel?
Es hora de volver a pensar, sobre  el tiempo en el que vivimos. Algo anda mal  en las profundidades del corazón  humano. El tren de la vida se salió de las rieles y viene, sin gobierno, a una velocidad peligrosa. Es innegable y dolorosamente absurdo. Pero es real.
Entre el mar de predicciones para este año, lo incierto  es lo más seguro, nadie sabe con exactitud  lo que ocurrirá en este año; pero tampoco no se debe de olvidar lo que la historia nos revela sobre lo ocurrido hace millones de años con los dinosaurios y las revelaciones bíblicas sobre el gran diluvio.